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MINI John Cooper Works Coupé Endurance, listo para las 24H de Nürburgring de diariomotor.com de SandMan
No ha pasado ni media semana desde que se hizo público el MINI Cooper Coupé y ya tenemos ante nosotros la versión hardcore del pequeño coupé. Como dice MINI, las 24 Horas de Nürburgring serán el bautismo de fuego del nuevo modelo de la casa, que hereda en parte los genes de competición de sus hermanos de la MINI Challenge.
Por supuesto, para una competición como la que se celebra en la variante norte de Nordschleife hace falta algo más que un simple MINI Coupé y esta versión de competición deriva del MINI John Cooper Works Coupé, con el que comparte ciertos elementos aerodinámicos de la carrocería y añade unos nuevos para optimizar el flujo de aire, como por ejemplo el enorme alerón trasero que han incluido.
Como su propio nombre indica, el MINI John Cooper Works Coupé Endurance está preparado para largas carreras de resistencia. Y las 24 Horas de Nürburgring no son una carrera cualquiera. Por eso, a pesar de que el motor 1.6 del MINI John Cooper Works Coupé es el mismo que se utilizará en carrera, la versión de competición está optimizada para la carrera, con un nuevo programa de la gestión electrónica.
Por dentro, el MINI John Cooper Works Coupé Endurance es la austeridad hecha interior con lo básico para el conductor y su seguridad. Jaula de seguridad soldada, cinturón de seguridad de seis puntos, asiento Recaro con sistema HANS e interruptor principal con equipo de extinción de incendios controlado electrónicamente son casi el único equipamiento disponible para el conductor.
Con todo el coche prácticamente destripado, el peso en orden de marcha del MINI John Cooper Works Coupé Endurance es de sólo 965 kg. Si juntamos esa cifra con los aproximadamente 250 CV de potencia máxima que entrega ese motor 1.6 y los 330 Nm con el Overboost tenemos como resultado un pequeño juguete para niños mayores que muchos de nosotros estaríamos dispuestos a llevar durante 24, 36 ó 48 horas si hiciese falta.
Fuente: MINI
MINI John Cooper Works Coupé Endurance, listo para las 24H de Nürburgring
El MINI Coupé
MINI no ha dejado pasar ni un mes desde que hiciese públicas las primeras imágenes del MINI Coupé para presentarlo oficialmente, con una enorme galería de imágenes y sin el camuflaje característico de la zona trasera. Y tras verlo en su versión oficial, tengo que decir que tengo sentimientos encontrados. Por un lado parece un coche divertidísimo de conducir, pero por otro no me termina de convencer su trasera. La veo como ¿forzada?. No sabría definirlo.
En cuanto a la información oficial que ha publicado MINI, la nota de prensa es prácticamente la misma que en la anterior ocasión, así que poca más información podemos daros que sea novedosa. Ya sabemos que habrá cuatro versiones diferenciadas, empezando por el MINI Cooper Coupé como el más básico y llegando hasta el MINI John Cooper Works Coupé como el más radical. En el centro de la gama están el MINI Cooper S Coupé y el MINI Cooper SD Coupé, gasolina y diésel respectivamente.
MINI Coupé, calcado al prototipo
Las diferencias respecto al Mini Coupé Concept son prácticamente testimoniales y tras estar un rato comparando vistas frontales y traseras a ¾, vistas laterales y fotos dinámicas, debo decir que el MINICooper Coupé es clavadito a lo que vimos en el prototipo en 2009 (como pasa el tiempo…). Los pocos cambios que he conseguido localizar están en la parrilla delantera, la tapa del depósito de combustible y los embellecedores del escape central. Poco más.
Pero claro, también hay que decir que lo que nos enseñan en las imágenes es el modelo más goloso y más preparado de toda la gama, el MINI John Cooper Works Coupé. Habrá que ver las diferencias con un Cooper Coupé básico para poder sacar algo en claro. Y me vuelvo a repetir otra vez, depende de donde lo mires te gusta o no, al menos en mi caso. En la vista lateral es realmente bonito y dinámico. En la vista de ¾ trasera ya no lo es tanto.
Además, la combinación de colores que le han dado a este MINI John Cooper Works Coupé es bastante acertada, aunque prefiero el azul con bandas blancas o blanco con bandas azules (gustos que tiene uno), pero aún así, ese contraste entre el techo y la carrocería le dan más dinamismo. El Rojo Chili del techo solo estará disponible para el JCW, mientras que para el resto de la gama las opciones son Jet Black o Pure Silver.
Cuatro estilos para el MINI Coupé
Como decía antes y como ya publicamos con las imágenes todavía con camuflaje, el MINI Coupé llegará en cuatro sabores: tres gasolina y un diésel, con potencias que van desde los 122 CV hasta los 211 CV del John Cooper Works. Una gama equilibrada puesto que se puede decir que el salto de potencias entre un modelo y el siguiente está en torno a los 30 CV de media.
El MINI Cooper Coupé monta el motor 1.6 de 122 CV que desarrolla un par máximo de 160 Nm a 4.250 rpm. El consumo es moderado según ficha, con apenas *5,4 l/100 km y unas emisiones de CO₂ de 127 g/km. Pese a tener unos consumos contenidos, no se desenvuelve mal, con 9 segundos en el 0 a 100 km/h y 204 km/h de máxima, pero apenas mejora al MINI Cooper de la misma potencia.
El siguiente escalón de potencia es el diésel, con el MINI Cooper SD Coupé y el motor 2.0 de 143 CV. Aquí el par máximo asciende hasta los 305 Nm entre las 1.750 y las 2.700 rpm. Hace el 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y alcanza los 216 km/h de velocidad máxima. El consumos según ciclo de pruebas de la UE es de 4,3 l/100 km y sus emisiones son de apenas 114 g/km. Aquí si se mejora en dos décimas el registro con carrocería normal.
Donde ya empieza la cosa a ponerse interesante con el MINI Cooper S Coupé y su motor Twin-Scroll 1.6 de 184 CV. El par máximo no llega la del diésel, pero cuenta con una buena cifra, 260 Nm entre 1.600 rpm y 5.000 rpm. Llega a los 100 km/h desde parado en 6,9 segundos y su velocidad máxima llega hasta los 230 km/h. El consumo de 5,8 l/100 km es una cifra algo optimista, como sus emisiones de CO₂, 136 g/km.
Y por último, el MINI John Cooper Works Coupé está equpiado con el mismo motor Twin-Scroll 1.6 pero en su variante de 211 CV y los mismos 260 Nm. Pese al aumento de potencia, sus prestaciones se queda en el mismo segundo en la aceleración del 0 a 100 km/h, mejorando el anterior dato en cinco décimas: 6,4 segundos, lo que no está nada mal, todo sea dicho. Su tope en velocidad máxima está cifrado en 240 km/h. El consumo es de 7,1 l/100 km y tiene unas emisiones de CO₂ de 165 g/km.
En cuanto a los cambios, toda la gama viene de serie con una caja de cambios de seis relaciones y exceptuando el MINI John Cooper Works Coupé, los demás cuentan con la opción de montar una caja de cambios automática de seis relaciones. En todos ellos se utiliza la técnica MINIMALISM de MINI para reducir consumos y emisiones.
Interior y equipamiento del MINI Coupé
El interior que nos muestran en las imágenes es el MINI John Cooper Works Coupé y salvo por la ausencia de asientos en la parte trasera, el resto del habitáculo es exactamente igual que el visto en el modelo de tres puertas. Otra diferencia la vemos en el guarnecido del techo, que tiene unos rebajes sobre los asientos, al estilo del Mercedes-Benz SLS AMG (por poner un ejemplo claro aunque a kilómetros de distancia) para ofrecer una habitabilidad mejorada pese a que el techo es algo más bajo que en los modelos de tres puertas.
La parte trasera de los asientos se puede usar como un gran hueco portaobjetos, pero se echa en falta algo para que se puedan depositar bolsas o bolsos con más seguridad, ya que se quedan algo sueltos como se puede apreciar en la imagen de la galería. En esta zona hay una “ventana” de apertura hacía el habitáculo para permitir el acceso al maletero. Un maletero que tiene un volumen de 280 litros, casi el doble que en el modelo de tres puertas, que se queda en apenas 160 litros.
El equipamiento de serie del MINI Coupé incluye entre otras cosas el climatizador, dirección asistida progresiva, Park Distance Control, radio CD MP3 con entrada auxiliar o el DSC. En las opciones está el control de tracción DTC con EDLC (bloqueo electrónico del diferencial), cuerpo de los faros en negro, faros de xenón, USB (inconcebible que esto todavía se ofrezca como opción y no de serie…) o el sistema MINI Connected.
No hablan de fechas de venta ni precios, pero lo más probable es que se ponga a la venta en septiembre/octubre, pasado el Salón de Frankfurt. Su rango de precios debería ser superior al de la gama de tres puertas de MINI y diría que estará parejo con el MINI Cabrio, o algo por encima.
(*) Actualización: Mini ha hecho públicos los precios del Mini Coupé, los cuales oscilan entre los 21.600 y los 33.900 euros.
Precios del MINI Coupé
- MINI Cooper Coupé – 21.600 euros
- MINI Cooper S Coupé – 27.050 euros
- MINI Cooper SD Coupé – 27.050 euros
- MINI John Cooper Works Coupé – 33.900 euros
Fuente: MINI
En Diariomotor: El MINI Cooper Coupé se deja ver en sus primeras fotos oficiales
l MINI Coupé
¿Qué se siente al conducir un MINI Challenge en el Jarama?
Circuito del Jarama. Ocho y media de la mañana. De nuevo ese olor a café, asfalto castigado por el sol y adrenalina quemada en la pista. Nos encontramos aquí para asistir a un curso de conducción deportiva, con un aliciente interesante, poder probar un MINI Challenge en circuito.
Es el momento de confesarse. El MINI es uno de mis coches favoritos. Pero mi confesión no es esa. Nunca he conducido ninguno. Y estoy a punto de probar un Challenge. Como si alguien probase por primera vez el pescado comiendo un atún de 50 kilos crudo.
En los boxes hay un Porsche 911 y un Ferrari 360 de competición. Lo siento, no es vuestro día, no captáis mi atención. Ese pequeño utilitario reconvertido a coche de carreras y decorado como si hubiese atropellado una orda de zombies es el foco de mi interés.
Clases teóricas de conducción deportiva. La autoescuela avanzada.
Hay dos cosas que sorprenden a los que asisten por primera vez a estos cursos. La primera es que la conducción deportiva y la conducción segura son (casi) lo mismo. Saber cómo conducir correctamente nos permite estar preparados para imprevistos en carretera, y nos permite subir los límites en circuito. La conducción deportiva en carretera no debería significar ir más rápido. Debería significar ir a la misma velocidad pero con mucha más capacidad de reacción.
La segunda es que no tenemos ni idea de conducir. Recomiendo a todo aquel que pueda que tenga una experiencia en circuito, sirve para soltar adrenalina y para bajarnos los humos. No es fácil ser un buen conductor, y pensar que lo somos es peligroso.
En esta introducción nos enseñan la posición correcta al volante. Primero debemos ajustar la banqueta. Al pisar a fondo el embrague la rodilla debe quedar ligeramente flexionada. Nunca totalmente estirada, ya que en caso de accidente y deformación de pedales se tiene que doblar hacia arriba para evitar lesiones. Nos recomiendan colocar el asiento en la posición más baja posible. Esto nos permitirá bajar el centro de gravedad del coche, notar antes lo que nos transmiten las ruedas y situarnos mejor con respecto a la carretera.
El centro de gravedad (la altura del asiento) debería estar lo más bajo posible. No vemos el frontal ni la trasera, pero eso sólo importa para aparcar. Y aparcando no suelen ocurrir accidentes graves(Miguel Ángel de Castro)
El respaldo del asiento debe permitir que apoyemos la espalda de forma cómoda, totalmente pegados. No sirve de nada si estamos inclinados hacia el volante. Después debemos comprobar que, colgando las manos en la parte superior del volante, nuestras muñecas puedan girar 90 grados hacia abajo de forma cómoda.
El volante debe cogerse por donde está hecho para cogerse. Ni más arriba ni más abajo. Una pequeña aportación, hacerlo de otra forma no es sólo peligroso sino que además es estéticamente terrible.
En una curva deberemos intentar anticiparnos para que nuestras manos queden en la posición correcta en medio de la curva. Es decir, subir la mano derecha y bajar la izquierda si vamos a tomar una curva a la derecha. Así, en medio de la curva con el volante girado estaremos cogiéndolo de la forma más cómoda, y ante un eventual problema (un bache, tener que corregir la trayectoria, etc) lo haremos de forma más hábil.
MINI Cooper S, prueba en circuito
La vida es irónica. El MINI es uno de mis coches favoritos, y nunca había podido probar uno. En dos horas pude conducir un MINI Cooper S en circuito y después un MINI Challenge. Mi primera impresión es que el Cooper S es un coche fantástico para callejear y moverse de forma muy ágil por ciudad. Pero no es un coche de circuito. Al menos no es su hábitat natural.
Es estable y tiene una suspensión deportiva. Sin embargo, a alta velocidad empezamos a notar que es ligero. Incluso con cierta sensación de que si pisamos un piano va a salir volando por su bajo peso y su suspensión dura. Algo que, por otra parte, nos podría ocurrir con los coches de competición.
Con todo, se muestra muy manejable y resolutivo en circuito. Se deja domar fácilmente. Tanto que yo tenía la sensación de ir muy lento, impresión que no compartían los dos compañeros que viajaban conmigo.
Unas vueltas después ya estábamos habituados, al menos mínimamente, al trazado del Jarama. Una vez dominado el caballo, ¿es hora de subirse al toro? Todavía no.
MINI Cooper D, ¿cómo de bueno es esquivando conos?
La siguiente prueba se realiza con el MINI Cooper D, y es una de mis favoritas, esquivar conos. En el vídeo podéis ver cómo lo hace uno de los participantes. No muestro mi vídeo porque no me puedo grabar a mí mismo (y por vergüenza, claro). Parecía fácil pero tenía un pequeño truco, y es que hay una superficie deslizante mojada en los dos primeros conos. Pasarse de aceleración o frenada no era difícil.
Car Cross, potencia sin control
Otro de los juguetes que disfrutamos durante la prueba es un car cross, un vehículo del demonio venido de Francia bastante difícil de controlar, sobre todo porque le habían puesto ruedas de tierra para la ocasión, tratando de reducir su agarre. ¿Y cuál es mi experiencia? En este caso no os la puedo contar ya que no pude probarlo por problemas de horario, tenía que irme antes de tiempo. Tuve que escoger entre el Challenge y este, la decisión era clara.
Por cierto, no penséis que este es uno de los participantes, es un monitor. Entre los participantes los había más o menos habilidosos, pero los conos no solían permanecer intactos.
MINI Challenge
Empieza a apretar el calor de media mañana sobre el Circuito del Jarama y llega el momento de acercarse a la bestia parda. Como coche de competición su aspecto exterior impone respeto, advierte a su conductor de que no importa la experiencia que haya tenido con coches de calle, el MINI Challenge promete ser un toro indomable.
Unos minutos antes uno de los participantes ha tenido un accidente al no poder controlar el coche a la salida de una curva. Tanto él como el copiloto están bien, pero el golpe contra las protecciones ha sido sonoro y doloroso.
La decoración de competición en color roja es llamativa, pero se lleva la palma la unidad blanca vinilada con la promoción de la serie Walking Dead. No sólo se ha dado unas cuantas vueltas al circuito sino que ese coche ha estado atropellando zombies durante kilómetros y tiene restos pegados al coche.
Aunque su exterior asusta, lo cierto es que su motor no es aparentemente tan fiero. 1.6 turbo de 211 CV, lo que puede montar un John Cooper Works de calle. En gran medida el coche lleva mecánica de serie, aunque lo delatan detalles como los slicks Dunlop con medidas 215/45 R17.
Al subirse al habitáculo desaparece cualquier resquicio de utilitario premium, urbano y moderno. La jaula que rodea su habitáculo, junto al casco que debemos llevar puesto, dificulta bastante el acceso.
Una vez dentro me ayudan a ajustarme el arnés de cinco puntos. Es posiblemente el momento más impactante. Completamente pegado al asiento y casi sin poder respirar, escucho al chico de la organización decir que todavía hay que ajustarlo más. Ahora sí noto que no estoy conduciendo un coche, sino que mi cuerpo ha cambiado sus piernas por cuatro slicks y un motor de 211 CV.
Colocamos el volante y arrancamos el motor. El sonido dentro del habitáculo es bastante superior al que me esperaba. A medida que arrancamos el sonido se eleva. Afrontamos la primera curva despacio, con cariño. El radio de giro es pequeño, no queremos hacer un recto en la primera curva ya que no sería elegante.
Pasamos las primeras curvas y el coche me va dando algo de confianza. Irónicamente seguro que no voy más rápido que con el MINI Cooper S, ya que con el Challenge todavía no tengo confianza. Para muestra un botón: el cambio es manual de seis velocidades, como un coche “normal”. Meto segunda, tercera y cuarta por el sonido.
Entonces veo que estoy cambiando a 2.000 rpm. Suena como un gasolina “de calle” al corte. Y todavía nos quedan más de 4.000 rpm de recorrido.
Curva tras curva, recta tras recta, aumento ligeramente el ritmo. Seguro que desde fuera parezco una tortuga, 180 en la recta de meta es mi velocidad punta. En las curvas intento acercarme al límite, pero el Challenge se ríe de mí.
“¿No pretenderás ponerme en apuros a esta velocidad, no? Desde luego si me muevo un milímetro de mi trayectoria será por tu pésima forma de conducir, no por mi suspensión ni mis neumáticos. Vengo de atropellar ocho muertos vivientes y ahora tengo que soportarte a ti”. (El coche tiene mal carácter, claramente es la oveja negra de la familia MINI)
Termino las tres vueltas y entro de nuevo en boxes, enfriando los frenos previamente. Al bajar del coche noto las miradas de los demás participantes, buscando mi expresión al quitarme el casco. Una gran sonrisa y un par de gotas de sudor en la frente. Recupero el aliento y en pocos segundos ya pienso que espero que no sea la última.
En Diariomotor: Prueba del MINI Cooper S
¿Qué se siente al conducir un MINI Challenge en el Jarama?
