- Existe un MINI con cuatro puertas y con tracción a las cuatro ruedas, lo prometemos, no nos hemos vuelto locos, existe de verdad.
- Ha sido creado para eliminar los prejuicios de los que priorizan a la amplitud, la comodidad y tener cierta libertad en el asfalto.
- Es suficientemente amplio, estéticamente fuerte y, por suerte, conserva casi todas las características dinámicas que siempre le han definido.
- El más barato cuesta 20.800 euros.
Que el cuarto modelo de MINI supere los 4 metros de longitud, cuente con 4 puertas, tenga 4 plazas como opción y su sistema de tracción integral se denomine ALL4 puede resultar una broma de mal gusto para aquellos que siempre han querido respetar al máximo posible los patrones de los clásicos modelos de los años 60. Pero, lamentablemente, no les queda más remedio que asumirlo, porque ya se ha convertido en una realidad. Nuevos y abundantes clientes llegarán a esta marca a partir del mes de septiembre, fecha en la que comenzarán a entregarse las primeras unidades. El más barato cuesta 20.800 euros.
Más fácil y cómodo
La sensación dentro de un MINI siempre ha sido tan característica que en principio cuesta renunciar a la posición de conducción baja, a retorcerse para entrar en el habitáculo y a contar con unasuspensión rígida y deportiva que castigue tu espalda a cada irregularidad del asfalto. Sin embargo, subir en el nuevo Countryman es mucho más fácil y cómodo gracias a los 40 cm extras de longitud (con los que llega hasta los 4,10 metros) y a la nueva distancia entre ejes, que añade los 13 centímetros necesarios para que viajar detrás y poder mover al menos las piernas no sea incompatible. El ancho también se ha mejorado, y gracias a que MINI ofrece la posibilidad de instalar dos plazas independientes detrás, se podrá viajar muy cómodamente.
Estas mejoras técnicas a nivel de habitabilidad van además acompañadas del correspondiente refuerzo estético que cualquier crossover merece. A simple vista, las novedades principales son un diseño del techo mucho más marcado, los pasos de rueda más prominentes y amplios, así como el nuevo abultamiento del capó que otorga algo más de robustez al conjunto mientras cumple las funciones de seguridad correspondientes en caso de atropello a un peatón. Por último, tanto la calandra (que es más amplia) como los faros delanteros son de nueva factura.
MINI tampoco ha roto la tradición en cuanto a la personalización del vehículo y dará al cliente del Countryman la posibilidad de perderse en un mar de combinaciones de colores, llantas (de hasta 19”), accesorios y adhesivos para la carrocería.
Un raíl central
En MINI se han sacado de la manga algo muy útil y práctico que es de agradecer cuando los centímetros de espacio en un habitáculo valen más que el oro. El Centre Rail consiste en un carril estrecho situado entre asientos en el que se pueden instalar accesorios prácticos como ceniceros, porta-cds, soportes para dispositivos como iPod, portabotellas, etc. Si nuestro Countryman es de cuatro plazas, éste puede ser configurado como carril único a lo largo de todo el habitáculo o como dos carriles independientes para cada fila de asientos. Si, por el contrario, necesitamos la banqueta completa detrás, el Centre Rail sólo estará disponible para el conductor y copiloto. La mejor noticia de todas es que se instala de serie en cualquier configuración y no supone un coste adicional. Los accesorios, todavía pendientes de conocer sus precios, sí se pagarán aparte.
Es altamente recomendable hacerse con un Countryman de cuatro plazas no sólo por disfrutar del Centre Rail, sino porque, aunque hayan cambiado las dimensiones, la plaza central trasera sigue siendo totalmente inútil. Además, la mejor cualidad de los asientos traseros es que son regulables tanto en el respaldo como longitudinalmente, consiguiendo hasta 30 centímetros en espacio para las piernas. Esto es algo totalmente infrecuente en un modelo compacto y, por tanto, una de las cosas que nos han convencido por completo.
350 litros
Y es que tener una banqueta trasera deslizable 13 centímetros redunda en un mayor espacio para el maletero. Si en la posición inicial se consiguen 350 litros, con los asientos adelantados el volumen sube hasta los 450 y, al abatirse, hasta los 1.170 litros. Para hacernos una idea, es la misma capacidad que ofrece un Volkswagen Golfy más de la que ofrece un BMW Serie 1. Por tanto, hablamos de espacio de verdad, ya que un MINI de tres puertas sólo llega hasta los 680 litros en su configuración máxima y un Clubman apenas supera los 900 litros.
Entre los trucos para ganar espacio, el Countryman ofrece un generoso doble fondo bajo el piso del maletero debido a que no lleva rueda de repuesto, sino un simple kit reparapinchazos y unos neumáticos Runflat. Por tanto se pueden esconder pequeños objetos y además hay ganchos para colgar rápidamente bolsas en el día a día. El problema es que, en la configuración de cuatro plazas, el habitáculo y el maletero no van separados por ninguna tapa o cortinilla. El sistema de abatimiento, si elegimos cinco plazas, es de forma 40/20/40.
Cinco motores, dos con tracción ALL4
La gama de motorizaciones estará compuesta por tres versiones de gasolina y dos diesel, éstas últimas de origen BMW - no PSA como hasta ahora – y procedentes del Serie 1 y Serie 3. Así, tanto el One D (90 cv) como el Cooper D (112 cv) figuran como los más ahorradores y limpios de la gama, con un consumo en ambos casos establecido en los 4,4 litros y unas emisiones inferiores a los 120 gramos de CO2, con lo que quedan libres del impuesto de matriculación. Por otra parte, las versiones de gasolina – One, Cooper y Cooper S- ofrecen 98, 122 y 184 cv de potencia con consumos que no superan los 6,4 litros siempre y cuando no se equipe la tracción total.
Así, sólo las versiones más potentes (Cooper D y Cooper S) podrán equipar el sistema de tracción ALL4, que encarece unos 2.000 euros el precio final del vehículo y que suben el consumo mixto alrededor de medio litro. Este sistema, que consta de un embrague electromagnético que actúa según las órdenes del control de estabilidad y del resto de sensores electrónicos, es capaz de repartir el par desde un 50-50 hasta un 100-0 en los casos en que fuera necesario. No es un sistema puramente offroad, con lo que se aprovechará mucho mejor en carreteras de curvas muy cerradas y en casos en los que sea necesario controlar un subviraje.
Todas las versiones del Countryman cuentan con medidas para ahorrar combustible, como indicador de cambio de marcha, neumáticos de baja resistencia, dirección eléctrica y sistema Start/Stop. Hay una novedad importante relacionada con el dispositivo de parada y arranque automático, y es que el vano motor tiene un aislamiento especial que provoca un enfriamiento más lento del motor. Al mantener la temperatura durante más tiempo, se consumirá menos al volver a arrancarlo y la mecánica no sufrirá tanto.
En cuanto a las transmisiones, MINI tiene previsto vender casi todas las unidades con cambio manual de seis velocidades, que es de serie para todas las versiones, aunque en un futuro se irán introduciendo cajas automáticas para toda la gama.
Al volante
Durante la presentación pudimos realizar dos recorridos con dos versiones diferentes. La primera, con el Cooper, fue de unos 180 kilómetros por carreteras de doble sentido, bastante sinuosas y en las que no buscábamos ahorro y realizamos multitud de adelantamientos. El consumo que marcó el ordenador de a bordo fue de 7,4 litros, una cifra muy razonable en esas condiciones.
Lo más llamativo del Countryman es lo cómoda que resulta la suspensión – que sigue teniendo ese punto de firmeza característico - y lo bien que conserva la precisión de la dirección (directa, cómoda y que exige pocas correcciones aunque vayas muy rápido). No obstante, los 200 kilos de sobrepeso se acusan rápidamente en las versiones menos potentes, obligando al conductor a un trabajo excesivo con el cambio y a llevar el motor más revolucionado de lo normal. En el caso del Cooper Countryman, el sprint hasta los 100 supone un segundo y medio más que en la versión de tres puertas. Por su parte, el Cooper D ALL4 pudimos probarlo en un corto circuito offroad preparado por la marca. Fundamentalmente, esta prueba sirvió para comprobar que la altura libre al suelo (15 cm) es suficiente al superar obstáculos de dificultad leve.
Desde 20.800 euros
Los modelos más asequibles de la gama Countryman son el One (20.800 euros) y el One D (22.200 euros). De serie ya se incluye en estas versiones el control de estabilidad, seis airbags, aire acondicionado o radio CD con 6 altavoces. Desde estas versiones básicas ya se puede instalar elsistema de sonido Harman Kardon de 10 altavoces (870 euros), navegación Business (1.800 euros) o tapicerías de cuero (a partir de 1.400 euros).
En el polo opuesto, los modelos más costosos son el Cooper D y el Cooper S, equipados con tracción total, que rondan los 27.000 y los 31.000 euros respectivamente. Puesto a sumar extras, y si añadimos una transmisión automática al Cooper S ALL4, la cuenta final se acercará sin problemas a los 40.000 euros.
La novedad más importante a nivel de equipamiento es la incorporación del MINI Connected, una plataforma creada en conjunto con Apple para ofrecer conexión directa a radios digitales, buscadores como Google o redes sociales como Twitter o Facebook. En un principio, este sistema (aproximadamente 1500 euros) irá obligatoriamente asociado a un iPhone, aunque los planes de la marca es que pueda realizar en un futuro conexiones de forma independiente.
Resumen
Es un terreno prácticamente virgen para casi todas las marcas, donde sólo excepciones como el Suzuki SX4 o el Nissan Juke podrían pasar como las únicas alternativas a este todocamino de pequeño tamaño. Sin embargo, el precio exigido por MINI es muy superior al de la competencia, por lo que no hablamos en ningún caso de los mismos clientes.